Texto por Charlie Lecach – Fotos por Laurent Scavone
La Indian Scout de Fred Fosse de 1941 tuvo mucho ajetreo durante todo el ano. Desde que fue embarcada a través del atlántico en la segunda guerra mundial, para liberar a Francia, ha viajado de un lado a otro para competir en las modernas invasiones de playa, tanto en arenas americanas como danesas.
El concepto de obsolescencia programada es ajeno a Indian y siempre lo ha sido. Así que no hay nada sorprendente en ver a una Scout con la tierna edad de 78 años preparándose para su próxima temporada de carreras. Eso sin contar con las millas acumuladas durante todo el año en las carreteras francesas, ¡una vez que sus luces y matrícula han sido colocadas de nuevo para que sea legal en la calle! El orgulloso propietario de esta máquina es Fred Fosse, que dirige una empresa inmobiliaria con sede al oeste de París. Está lejos del cliché habitual de un agente inmobiliario con traje y corbata, a pesar de que puede trabajar con ese aspecto cuando quiere. Fred es más del tipo alternativo. Algo que aceptó a una edad muy temprana, mon-tando en motos de trial con su hermano de los 11 a los 14 años. Cuando se dio cuenta de que no podía costearse las carreras de motocross, por suerte, descubrió las alegrías del BMX y consiguió alcanzar un nivel de élite, compitiendo en Bercy en 1984, dejando su huella en los Campeonatos Mundiales y logrando ser uno de los ocho primeros pilotos franceses de BMX. Luego vino lo que comúnmente se conoce como «la edad de la razón», que en su caso comenzó cuando tenía unos 25 años. Fred consiguió un trabajo estable y empezó una familia, pero no pudo librarse de su pasión por las motocicletas y a los 33 años aprobó su licencia para conducir motocicletas grandes. Rápidamente se decantó por modelos más antiguos dejando de lado los más modernos, porque quería la ligereza y la facilidad de manejo de sus antiguas BMX.
Fue la búsqueda de estas cualidades las que lo llevaron a un modelo Scout 741 de 1941, que había aterrizado en Francia en la época de la guerra junto con el ejército de los Estados Unidos. Es difícil establecer exactamente cuál fue la trayectoria militar de esta motocicleta durante la guerra, o de quién era y cómo se usó a lo largo de las décadas siguientes. Pero una cosa es segura: su motor funciona como un reloj, gracias al cuidado constante de Fred Dufrêne, uno de los mejores especialistas franceses en Indian Springfield anteriores a 1953. Aprovechó la oportunidad para subir este V-Twin de 42 grados de 500 a 600cc y hacer que parezca un cruce entre una bobber y una deportiva de época. El look perfecto para competir en The Race Of Gentle-men – T.R.O.G. para abreviar – una serie de carreras de playa con motocicletas americanas anteriores a 1948 y coches de carreras con motores Flathead.
La primera vez que Fred participó fue en 2016 en Pismo Beach, la única vez que se celebró en California. Se asoció con los Kustom Surfers -un club que había fundado- para crear una iniciativa que ellos llamaron «Back Home For Race». Su plan era promover el viaje de regreso de su Indian a su tierra natal, y fue documentado por dos revistas francesas de motocicletas (Kustom Magazine y Moto Heroes) y el ilustrador de cómics Frank Margerin, cuyos hábiles trazos a lápiz capturaron lo más destacado de la odisea.
Pero hubo un giro dramático a última hora, el día antes de las prue-bas en la playa – ¡el motor no arrancaba! Y su manillar se había roto durante el transporte transatlántico. Todo había sido probado antes de que la máquina fuera enviada de París a Los Ángeles y, aun así… Pero en lugar de entrar en pánico, Fred y el resto del equi-po tomaron el control de la situación. Se dirigieron a un taller en San Luis Obispo, donde soldaron el manillar. La siguiente parada fue un segundo taller, donde buscaron el problema – ¡que resultó ser sólo un condensador quemado! Las carreras del sábado fueron bien, pero la carrera del domingo tuvo que ser suspendida debido a un hu-racán. Ésta resultó ser la última vez que la T.R.O.G. se celebró en Califor-nia, antes de volver a sus raíces en Nueva Jersey.
Mientras tanto, en 2017, Fred llevó su Indian a Romo, Di-namarca, por primera vez, para darle una vuelta por allí. Una vez más, el ambiente fue fantástico, y estaba solo a un paso de París en camión. Pero siendo Estados Unidos lo que es, Fred tenía el corazón puesto en participar en The Race Of Gentlemen en Wildwood Beach, Nueva Jersey, y lo hizo en 2018. Esta vez no hubo incidentes im-portantes, aunque algunos de sus competidores sufrieron accidentes que los enviaron al hospital – prueba de que estos jinetes no se andan con juegos. Arrasan por la arena compactada, lo que ofrece un aterrizaje duro como una roca a cualquier persona desafortunada que se caiga de su motocicleta o hot rod. Fred estaba totalmente engan-chado a estas carreras, que insisten en un auténtico look de época tanto para las máquinas como para los pilotos. Sin anacronismos permitidos, las llantas de radios de acero están equipadas con neumáticos Avon MKII de la vieja escuela, el carburador funciona con el eterno mezclador Linkert, y el sistema de frenos cuenta con un par de tambores mecánicos mecanizados por Richard Schönfeld en Alemania para girar perfectamente. La transmisión tiene relaciones ligeramente más cortas desde que se cambió la corona trasera de 35 a 48 dientes. Esto le da a la Scout una mejor aceleración, lo cual es crucial, ya que las carreras se llevan a cabo en distancias cortas.
Ahora que Fred Fosse está patrocinado por Indian Fran-cia, gracias a la buena voluntad de Pierre Audoin, puede representar con orgullo a la marca y su prestigioso pa-sado en este tipo de eventos. Tras volver a competir en Romo en 2018, tiene previsto volver en 2019 para el cente-nario de las carreras en esta playa danesa. Tal vez también aproveche la oportunidad para surfear unas cuantas olas, como ya ha hecho en muchas otras partes del mundo, incluyendo en la playa de Pismo después del T.R.O.G. – el tiempo lo decidirá. Pero una cosa es segura, su fiel Scout estará tan lista como siempre, con una nueva magneto Hunt para aligerar la moto unos kilos y proporcionar una chispa más fuerte. Y quién sabe, tal vez algún día pueda presumir de tener un motor Scout de carreras «Big Base» de 1948…. ¡todos podemos soñar!
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